Cuando un emprendedor se enfrenta al gran desafío de poder hacer tangible su idea de proyecto empresarial, siempre encuentra obstáculos que le limita llevarla a la realidad. Una de las principales es el aspecto económico.
El empresario, al tomar más riesgos en momentos de creación, debe guardarse las espaldas buscando apoyo en forma de inyección de capital económico para todo el material y costo para su empresa, por lo que, para ganar estabilidad, debe buscar entidades financieras que puedan ofrecerle estabilidad y seguridad a la hora de empezar durante los primeros meses o años.
Ante la gran incertidumbre que genera el crear una empresa, tal y como nos dijo Antonio España en los desayunos del Club Euronova, no garantizar un margen de tiempo para que vengan los beneficios nos obliga a buscar socios que respalden nuestro modelo de negocio.
La incertidumbre al crear una empresa obliga a buscar socios
En este sentido, los inversores también miran por sus propios beneficios, y necesitan garantizar un flujo de caja activo y fiable en estas etapas de apoyo económico. Tal es así, que existe la posibilidad de que impongan cláusulas para ello. Una de las más importantes son los Covenants.
Los Covenants, a groso modo, son puntos que los fondos de inversión ponen al emprendedor en cuestión dentro del contrato para garantizar que su empresa cumpla con ciertos requisitos que permitan ingresos, y que estos puedan cubrir la financiación, a fin de que haya beneficios.
Dentro de estas cláusulas, podemos encontrar distintos tipos de Covenants, como los positivos, negativos y financieros. De manera general, un Covenant negativo impide a la empresa hacer ciertas acciones, mientras que los Covenants positivos la obligan a llevar a cabo otras. Los Covenants financieros tienen que ver con llegar a ciertos números económicos para que se cumpla la rentabilidad que los mismos fondos de inversión están demandando.
Es necesario conocer qué se entiende por rentabilidad
En el momento de la negociación, hay que tener en cuenta el rol que maneja cada uno, y que los propios inversores son intermediarios del proceso de contratación, por lo que hay que entender qué información les ha hecho llegar los fondos de inversión y qué entienden ellos mismos por rentabilidad.
Cuando los requisitos durante la financiación no se cumplen, saber qué objetivos quieren para que no se disuelva el contrato anticipadamente es fundamental para seguir contando con ese apoyo financiero por parte de los fondos de inversión. Las limitaciones y desafíos de estas entidades pueden ser complejas e incluso confusas al principio de todo, pero la clave siempre estará en entender qué es lo que quieren y cómo tus ideas pueden cuantificar los resultados para que ambas partes, empresario y fondos de inversión, ganen para seguir creciendo profesionalmente.